En busca del Sílex, II parte

En busca del Sílex, II parte

El Sílex es el oro de la prehistoria. Para nuestros ancestros formaba parte de la principal materia prima para la subsistencia.

Es el entusiasmo más allá del trabajo o la obligación el que un día cualquiera, haga frío o calor, nos pone en marcha en busca de la prehistoria. Aquella que un día fue y que a poco que nos empeñemos, entcontraremos sus huellas en el mismo lugar que un día nuestros ancestros anduvieron en busca de su preciado oro prehistórico. Ese oro que durante tanto tiempo les sirvió para sobrevivir en un mundo en el que no siempre era fácil alimentarse. 

Uno de esos lugares , se encuentra todavía hoy vislumbrando el mar desde las alturas y ofreciendo un paisaje inmejorable, digno del mejor pintor romántico del siglo XVIII.

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Este lugar, conocido como el monte Tolio y al que se accede por diferentes rutas, fue en tiempos prehistóricos, yacimiento y lugar de abastecimiento de nuestros ancestros. Hoy es mucho más difícil encontrar estos afloramientos, puesto que todo se halla cubiero por matorral, pero la aventura de salir en su busca y regalarte un hermosísimo atardecer, donde los picos nevados se unen a la espuma del mar, bajo una ténue bruma dorada, resulta absolutamente sublime. El entusiasmo de los viajes a la prehistoria, siempre tiene su recompensa, aunque apenas encontramos algunas piezas sueltas de sílex, la tarde nos regaló su mejor traje de gala. ¿Se puede pedir más?

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© Viajes a la Prehistoria

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