KOBEN KOBA, UN MUSEO BAJO TIERRA

KOBEN KOBA, UN MUSEO BAJO TIERRA

Esta vez viajamos a Koben Koba y a la prehistoria de Euskadi, en la frontera con Cantabria, puesto que a pocos km de las famosas cuevas de Ramales de la Victoria, nos encontramos con una pequeña Villa que alberga en su interior un museo bajo tierra.

En el interior de la cueva de los Judíos, tuvimos la oportunidad de conocer y recorrer la exposición permanente para conocer la prehistoria más antigua de la mano del Centro de Interpretación de Arte Paleolítico Europeo: “Koben Koba”.

Como un reloj, a las 11:30 de la mañana, nos acompañó el guía de la cueva por todo el recorrido, explicándonos no solo la historia de la Villa de Lanestosa, sino ejerciendo como un perfecto anfitrión de aquello que estábamos a punto de ver y conocer.

Tras un ameno y agradable paseo ascendiendo por unas escaleras empedradas, nos dirigimos a la boca de la cueva.

Una cueva auténtica y natural donde el sonido de las gotas de agua nos acompañaba en el recorrido, mientras nos adentrábamos en el interior de aquella boca de 10 metros de altura.

Perfectamente preparado para la visita, una rampa zigzagueante nos separa de las primeras vitrinas que albergan los útiles líticos y óseos de aquellos primeros hombres y mujeres de la prehistoria. Bifaces, buriles o azagayas, nos van introduciendo en el tema, mientras algunos paneles y audiovisuales nos muestran ¿Cómo lo hacían?..

A continuación, nos sorprenden las esculturas de algunos animales prehistóricos en tamaño real. Con una iluminación conseguida, aquel león de las cavernas nos hace viajar de nuevo a la prehistoria e imaginar cómo debía de ser meterse en una cueva y que uno de estos animales carnívoros nos sorprendiera en la oscuridad con un rugido estremecedor..

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El bisonte, allí presente, que casi podemos acariciarlo, es una de las maravillas de Koben Koba. Es impresionante verlo tan cerca y poder centrarnos en los detalles que tantas veces representaban los artistas de la prehistoria en cuevas como Altamira o el Castillo. Su pelaje, sus cuernos y hasta su mirada si nos atrevemos parece incluso real.

Los pigmentos en otra vitrina preparados para que en cualquier momento un grupo de niños comience los talleres o las esculturas paleolíticas tan iguales a las auténticas, como la Venus de Willendorf son otras de las sorpresas que nos encontramos en nuestra visita, mientras la lluvia comienza a hacer acto de presencia en el exterior de la cueva y podemos refugiarnos como auténticos prehistóricos en el interior de la cueva.

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Poco a poco nos aproximamos a las paredes pintadas. En un largo pasillo evocador de otros tiempos y a lo largo del mismo, una serie de representaciones rupestres de muchas cuevas de Europa, nos van sorprendiendo bajo una luz tenue.

Toda una experiencia mientras nuestro guía nos ilustra con sus conocimientos. Observamos así un bisonte de Altamira, manos y caballos, entre otras pinturas rupestres, como una recopilación del mejor arte de la humanidad. Y todo sin salir de Koben Koba.

koben koba

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Fantástica experiencia donde los niños pueden disfrutar y aprender al mismo tiempo viajando a la prehistoria en este museo bajo tierra llamado Koben Koba.

Para finalizar nuestro particular viaje, pudimos disfrutar, ya en el pueblo de Lanestosa, de una fiesta muy ancestral, que los vecinos han querido recuperar y mostrar como parte de su historia y de su pasado: Las Marzas, fiesta en la que se celebra la llegada de la primavera,  cantando y bailando, y que con toda probabilidad ya celebraban nuestros ancestros con sus particulares ritos y bailes, pero esta, ya es otra historia…

© Viajes a la Prehistoria

Si quieres saber más sobre la ruta a Koben Koba

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Ruta a Koben Koba, Lanestosa

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Para reservar o llamar por teléfono de información clic aquí.

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