Los 10 errores más comunes sobre el hombre prehistórico

Los 10 errores más comunes sobre el hombre prehistórico

Los 10 errores más comunes al hablar del Hombre Prehistórico

 “El estereotipo del Cavernicola”

 

  1. Gestos corporales de Prehistoria imitando a los monos: habitualmente, al hablar del hombre prehistórico, tendemos a imitarlo con gestos toscos y rudos, casi de animales como los monos.
  2. Sonidos guturales, no lenguaje: De igual modo, al tratar de imitar el lenguaje del hombre prehistórico, emitimos sonidos y gruñidos nuevamente como si fueran animales.
  3. Eran torpes en movimientos: pensamos erróneamente, que sus movimientos serían torpes, incluso tambaleándose de un lado a otro, e incluso cojeando, con las espaldas encorvadas y los hombros y brazos caídos. Erramos al pensar que no eran como nosotros, puesto que los primeros homo sapiens ya caminan erguidos, corren perfectamente, cazan y pescan con herramientas elaboradas y caminan grandes distancias, por lo que es un error seguir comparándolos con “monos”.
  4. La porra siempre como arma en mano: También tendemos a imaginar al hombre prehistórico con un garrote en la mano, siempre dispuesto a aporrear a alguien.
  5. Los dinosaurios habitando con los hombres: Otro error habitual es relacionar a los dinosaurios con los primeros humanos, sobre todo entre los más pequeños, cuando tratamos de explicarles la prehistoria. De momento no existen evidencias de que el hombre y los dinosaurios coexistieran en tiempos remotos. El dinosaurio había desaparecido hace ya muchísimo tiempo cuando el hombre comenzó a habitar la tierra.
  6. Vestidos de leopardo y hueso en la cabeza: desde luego que se vestían con pieles, sobre todo en los meses más fríos, y llevaban collares o atuendos para decorar sus cuerpos o vestidos, pero está demasiado extendido el vestido de leopardo y el hueso en la cabeza. Ya en el paleolítico eran capaces de coser y aunque no hay evidencias tan antiguas, estoy segura que hasta llevaban pantalones.
  7. Diferencias de Género Acusadas: aunque el estudio de algunos útiles de piedra o hueso, lleve a pensar que existían diferencias de género a la hora de elaborar por ejemplo herramientas, no es concluyente para todos los Homo Sapiens que habitaron el paleolítico. Desde luego, pensar que el hombre cazaba y la mujer se quedaba en la cueva es un mito que nos persigue hasta nuestros días.
  8. Eran brutos: que cazaran grandes animales o que habitaran en cuevas no les convierte en hombres y mujeres brutas. Habría de todo como ahora. Más grandes, más menudos, etc.. La agresividad con la que les imaginamos puede existir a la hora de cazar o defenderse del resto de animales, pero no tiene porque ser habitual en su convivencia con el resto de humanos.los 10 errores
  9. Eran tontos de Inteligencia: tan solo hay que echar una ojeada a los útiles de piedra o hueso encontrados para ver qué cosas eran capaces de hacer y que ahora, a nosotros nos costarían muchísimo. Si eran capaces de sobrevivir desde luego que tontos no eran. Además poseían todo un universo simbólico a su alrededor junto con su arte rupestre que les coloca en un lugar importante dentro de la comprensión de la evolución humana.
  10. Las pinturas rupestres las pintaron hombres: Otra de las grandes verdades a medias que siempre tenemos en mente cuando visitamos una cueva es que las pinturas las realizaban los hombres. Desde luego que no existe ninguna evidencia en esas pinturas en las que se pueda distinguir las manos del hombre o de la mujer al elaborarlas. Incluso los niños pudieron haber realizado muchas de estas pinturas.

Como vemos, debido al cine, a la publicidad y a la educación del s.XX, la idea del hombre y la mujer prehistórica se aleja mucho de la realidad que pudo ser. Los que trabajamos con los más pequeños, tratamos de no inculcar estos estereotipos en los niños, aun así, siguen existiendo anuncios a día de hoy, en la que el hombre troglodita, tonto, bruto y animal, sigue estando a la orden del día.

© Viajes a la Prehistoria

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