Cueva de Niaux, descendiendo a un auténtico lugar de poder desde la prehistoria
La Cueva de Niaux, una de las pocas cuevas con arte rupestre donde la viveza de los animales sigue latente
Vista del Valle desde la Cueva de Niaux
En la total oscuridad de la cueva y con la melodía interior al compás del silencio aparecieron ellos, aquellos primeros bisontes que nos miraban fijamente alumbrados por una tenue luz…No pude más que dejar resbalar las lágrimas por mis mejillas, sin pestañear, sin apartar mis pupilas de aquella maravilla única y atemporal, superviviente del paso del tiempo, de las huellas del hombre, la cueva de Niaux, tras su impresionante entrada, guardaba en sus entrañas, en lo profundo, unas de las pinturas rupestres paleolíticas más bellas que jamás verán mis ojos…
Primero fueron los bisontes y se apagó la luz, interiorizamos y de nuevo nos sorprendieron los cápridos y los caballos, y se apagó la luz, y el eco de nuestras respiraciones se unía al de las gotitas caer…
Fuente imagen: Edición Christophe Levillain
Aquel lugar, en forma circular, parecía un escenario especialmente escogido y diseñado para mostrar aquel arte en mayúsculas, aquellos paneles repletos de figuras negras, en manganeso, nos rodeaban…Era sublime, tras 40 minutos andando, llegamos a aquel lugar único, en el corazón de la montaña sagrada, nuestra despedida…no se podía pedir más…
Fuente imagen: Edición Christophe Levillain
La visita a la Cueva de Niaux
Con tan solo ascender los km que te separan de la entrada a la cueva de Niaux, ya sentimos que nos aproximamos a un lugar muy poderoso, con unas vistas impresionantes y un entorno fabuloso, poderoso, increíble…
Vista de la cueva desde la carretera
Tras esperar un rato entramos en grupo, linterna en mano y chaqueta…la temperatura bajó de golpe y sentimos una vez más el frío de la caverna…
Andamos y andamos con paso ligero, la visita es la más larga de todas, 1 hora y 40 minutos…la cueva es enorme, sus galerías amplias y su suelo firme, con algo de barro y en ocasiones resbaladizo. Nos damos la vuelta y una hilera de luces nos siguen, en una cueva totalmente a oscuras, sin ningún tipo de iluminación…
Gran entrada a la Cueva de Niaux
Vamos realizando alguna parada y observando algunos trazos en rojo y digitaciones que dejaron nuestros ancestros en el camino…hasta que ascendemos por una elevación del terreno, para luego descender hasta llegar al habitáculo final, donde el eco resuena y las más sublimes pinturas paleolíticas nos reciben con su viveza todavía latente y poderosa sobre las rocas, con su mensaje, con su sigilosa maestría de otros tiempos…
Niaux es una de las cuevas con Arte Rupestre Paleolítico más impresionantes que hemos podido sentir, interiorizar y disfrutar; y la montaña en la que se esconde, todavía tiene algunos mensajes poderosos relacionados con caminos iniciáticos, Cátaros o el Santo Grial..
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