La decadencia del arte levantino y el resurgir del arte esquemático
Del paso de la delicadeza y la perfección de trazos artísticos, a los trazos garabateados y primeros intentos de símbolos comunicativos o escritura.
De cómo el arte rupestre marca cambios importantes en un periodo tan largo y desconocido como el de la prehistoria no nos cabe duda y tanto es así que no solo se advierte una enorme diferencia entre el arte rupestre del Paleolítico al Mesolítico y neolítico, sino que a continuación y en ocasiones superpuestos aparecen otro tipo de representaciones que denominan Arte Esquemático porque pasan de ser figuras estilizadas y muy detallistas, incluso mostrando movimiento a convertirse en trazos realizados con el dedo en la mayoría de ocasiones, de líneas gruesas y en los que debemos imaginar e interpretar que hay representado.
Así repartido en su mayoría por casi toda España, encontramos el esquemático del levante pero también es muy abundante el arte esquemático en Cádiz y Andalucía en general.
Continuando casi con las mismas representaciones, pasamos de cazadores, arqueros a ver antropomorfos en diferentes posturas sin que nos quede claro que son o que hacen.
Del mismo modo se pasa de ver ciervos con excelentes acabados a ver representaciones muy abstractas y esquemáticas, casi infantiles, con palitos que forman un animal.
¿Qué pasó con las grandes escenas de caza representadas en abrigos tan importantes como los de la Valltorta?
Las historias dan paso a una especie de lenguaje, quizás común para muchas comunidades en el que los nuevos símbolos sustituyen a las figuras perfectas, pero ¿Dónde está el cambio?
Desde luego que hablamos de tiempos diferentes, pero no se continua, sino que hay una ruptura que advierte al mismo tiempo muchas veces, que no siempre un cambio de ciclo o de mentalidad.
Casi es la antesala a la llegada de la edad de los metales, puesto que muchas de ellas datan del calcolítico en adelante, sin que la perfección del arte levantino vuelva a repetirse.
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