Los dolmenes en la provincia de Návarra no suelen ser habituales y sobre todo si se trata de una tierra atarctiva por otras construcciones medievales, pero curiosamente hay prehistoria en Navarra y del neolítico, y allí estuvimos visitando los dólmenes de Artajona.
Enigmáticos y solitarios dólmenes de Artajona que pasan inadvertidos al no buscador…
La sorpresa de viajar a tierras navarras, cuna del arte románico, de misteriosas señales de canteros, templarios y camino de las estrellas y descubrir que en el entorno inmediato en el que nos encontrábamos, la prehistoria también tenía su lugar, sus enclaves misteriosos y sus conjuntos dolménicos en lo alto de montes enigmáticos, silenciosos, solitarios, únicos, ¿Sagrados?, quizás desde el origen de los tiempos, desde antes de la construcción de los míticos templos, antes del estudio de las energías telúricas, antes del camino de Santiago y las rutas para peregrinar, ellos ya estaban allí. En la maravillosa tierra Navarra, donde a poco que camines un templo sagrado te sorprende y la prehistoria queda en segundo plano, quizás, para los iniciados, para los buscadores del pasado más remoto…
Muy próximo a lugares tan emblemáticos como Puente la Reina o Santa María de Eunate, justo por las montañas de atrás en línea recta y a 6 km del pueblo de Artajona con su enorme cerco y ciudadela medieval que corona la ciudad, se encuentra un enclave más antiguo. Un enclave conocido como dólmenes de Artajona, con nombres propios: Dolmen del Portillo de Eneriz y Dolmen de la Mina de Farangortea.
Ambos son de las mismas proporciones y características propias de finales del neolítico y/o Edad del Bronce.
Ubicados en un paraje natural que comprende una pequeña ruta con una distancia de 800 metros entre ambos, los dólmenes se nos antojan como olvidados y apenas visitados. Como si los miles de visitantes que reciben las poblaciones vecinas, apenas se dieran cuenta de su existencia, en ese camino que conduce a las estrellas y en busca de lugares sagrados, olvidan por desconocimiento los lugares más sagrados todavía que los templos y los caminos verdaderos repletos de estrellas en las noches más oscuras. Caminos que nuestros antepasados ya descubrieron, recorrieron y poblaron…
El dolmen de Eneriz y su ubicación sería uno de ellos. Con unas vistas esplendidas se encuentra ubicado en un collado que recibe el mismo nombre.
Con carteles durante todo el camino y con un panel indicativo a la llegada al mismo, subimos unos peldaños a modo de escalera preparados para facilitar e indicar la ruta y llegamos a él. Está a punto de ponerse el sol en el horizonte y un viento helado nos impide disfrutar de él con facilidad pero lo primero que advierto es que este dolmen no se encuentra orientado al este, sino al sur. Es de pequeñas dimensiones parecido a los dólmenes de Gorafe (Granada), casi del mismo estilo.
Se trata de un dolmen de corredor que habría servido como lugar de enterramiento en la prehistoria reciente.
Desde luego el lugar elegido disfruta de unas vistas primordiales a los montes de alrededor, montes que podríamos considerar sagrados en toda su amplitud, al tratarse del ya mencionado camino de las estrellas, en las peregrinaciones a Santiago, muchos siglos antes…
Imaginar las antorchas y luces iluminando estos territorios desde la prehistoria hasta la edad media y ahora en la actualidad a la luz de las linternas de algunos peregrinos rezagados hace que se nos antoje un lugar muy especial, aunque como digo, apenas sea visitado por encontrarse alejado de las rutas predispuestas…
Con respecto a su ajuar funerario, desgraciadamente el de Portillo de Eneriz fue expoliado en su gran mayoría, aunque se localizó una cuenta de collar, lo que nos hace ya imaginar en el adorno y/o ofrenda que se preparó para el difunto, en una sociedad ya a sentada en poblados y con creencias firmes muy próximas a religiones primitivas…Así el ajuar nos informa de que allí, en este dolmen si que hubo un enterramiento importante y que las gentes que poblaron el lugar durante el neolítico final y edad de los metales también adquirieron la costumbre de enterrar a su muertos en construcciones hechas por ellos mismos y conocidas hoy como dolmen.
Junto con la cuenta también se localizó un resto de vasija de arcilla, típica del calcolítico…
Los dólmenes de Artajona podrían describirse como lo raro en un entorno dedicado al camino de Santiago, a los templos románicos y a la peregrinación desde la Edad Media. Se trata de monumentos megalíticos, que extrañamente se encuentran en esta zona donde apenas se conocen otros ejemplos significativos, pero son una maravillosa prueba para nosotros, ya que determinan los viajes en la prehistoria de nuestros antepasados y nos permite realizar un mapa más completo a cerca del fenómeno del Megalitismo Europeo en la Península.
Y si quieres saber más de ellos, no dudes en visitarlos y aprovechar tu estancia en tierras de Navarra…
©Viajes a la Prehistoria
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