Las Cabañas en la prehistoria

Las Cabañas en la prehistoria

Las Cabañas en la Prehistoria fueron lugares de socialización grupal

Más allá de las cuevas, muchos de nuestros antepasados fabricaron tiendas y las colocaron alrededor de las cuevas, normalmente en lugares llanos donde previamente limpiarían de ramas para dejar los suelos lisos.

Las materias primas que utilizaban y que conocemos gracias a algunas evidencias arqueológicas y restos de huesos que se han encontrado en Francia o Ucrania, constaban de pieles de animales, troncos de árboles, ramas y huesos de animales. La piel de reno constituye uno de los mejores abrigos para aislarse del frío, y los huesos de mamut o rinoceronte lanudo han servido en muchas ocasiones como postes para la construcción de las tiendas y cabañas prehistóricas, como las encontradas en Ucrania y que reproduce estupendamente la imagen de forma virtual, correspondiente a un videojuego ambientado en la prehistoria.

Al ritmo de las migraciones de los animales, nuestros antepasados pudieron utilizar estas cabañas para desplazarse de un lugar a otro en busca de alimento en las campañas de fríos intensos. Las pieles de los animales, también les servirían en algunos momentos para cubrir las entradas de las cuevas, y de este modo protegerse tanto del frío, como de los animales carnívoros (hienas, leopardos, leones de las cavernas, osos, etc..). 

Gracias a la antropología, las evidencias arqueológicas, la arqueología experimental y al contacto que muchos investigadores han forjado con poblaciones que todavía viven casi como nuestros antepasados, hemos podido conocer muchas de las estrategias que nuestros antepasados prehistóricos utilizaban cada día, incluso la forma de construir sus cabañas. El contacto con otras poblaciones actuales como los indios de norte- américa o los esquimales ha sido fundamental.

En España, sobre todo en las cuevas del Norte, se vivieron épocas de máximo frío durante la última glaciación. Épocas en las que los hombres y mujeres de la prehistoria sobrevivieron a las bajas temperaturas, gracias a sus avances rudimentarios,pero muy útiles incluso a día de hoy para algunos esquimales. De este modo, si viajamos a la prehistoria por lugares como Atapuerca (Burgos), Altamira (Cantabria) o la Algaba en Ronda (Málaga), podremos disfrutar de reproducciones a escala real, de como pudieron ser estas cabañas y al mismo tiempo, aprender su construcción, y sentir como se vivía en el interior de las mismas.

Ni que decir tiene, que vivir en el interior de estas chozas, como algunos las identifican, sin apenas espacio y donde todos se reunían al calor de un fuego, no debió de ser sencillo, aunque, probablemente, estos momentos de unión y compañía, entre todos los miembros de una misma comunidad, harían estrechar lazos, afianzar posiciones e insertar valores y formas de aprendizaje de grandes a pequeños. Bien patriarcal o matriarcal. Las cabañas, no solo servirían entonces como modo de abrigo y protección, además de habitabilidad, sino que también serían un lugar de encuentro social y comunitario.

En los siguientes enlaces, podremos documentarnos a cerca de la reproducción de las mismas, para ir haciéndonos la idea de lo que vamos a disfrutar en nuestro viaje a la prehistoria y no perder detalle.

 

– prehistorygame.com foto cabaña

http://paleorama.es/blog/como-construir-una-cabana-prehistorica/

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