Las conchas en la prehistoria se caracterizan por tener diferentes usos entre nuestros antepasados.
Los hombres y mujeres de la prehistoria no solo salían a cazar o curtían pieles, preparaban líticos o pintaban en cuevas. Algunas evidencias arqueológicas en yacimientos prehistóricos muy importantes, muestran, cómo desde muy antiguo, nuestros ancestros también adornaban sus cuerpos, no solo con pigmentos, sino con toda clase de colgantes o pulseras compuestos por elementos de la naturaleza que podían tener a su disposición. Desde dientes de animales, hasta semillas o toda una variedad de conchas.
Taller de prehistoria para niños
Como podéis observar a continuación, tenemos aquí una colección de algunas conchas que hemos recogido en la playa esta mañana para preparar un taller de prehistoria para niños. Las hemos lavado con agua dulce, para quitar la sal y las estamos secando al sol para confeccionar nuestro propio collar.
Nosotros hemos bajado en coche a la playa, pero la pregunta principal e importante es ¿cómo y cuánto tiempo tardaban nuestros antepasados prehistóricos en llegar a la playa? Además de preguntarnos también ¿Cuáles eran los diferentes usos que se les daba a los moluscos que recogían? O ¿en qué épocas del año recogían estas conchas y cuantos kilómetros recogían para ello?
Conchas en la Prehistoria
Ellos, nuestros antepasados prehistóricos, además de cazadores-recolectores eran también pescadores.
Aquellos que tenían su cueva cerca del mar, podían bajar más a menudo a pescar y recoger conchas, que les servían no solo de alimento en primer lugar, sino que se ha descubierto que les daban muchos usos posteriores como veremos a continuación.
Pero aquellos que vivían más alejados, imaginamos que tendrían que hacer excursiones de varios días para desplazarse andando hasta las costas, y evidentemente, no podrían hacerlo en todas las épocas del año. Por ello, el consumo de peces o conchas, dependía en muchos lugares del clima y de la estación del año.
Diferentes usos de las conchas en la Prehistoria
Conchas, lapas o caracolillos de mar, todo servía para infinidad de funciones diarias no solo relacionadas con la alimentación en la prehistoria.
Para comenzar, las conchas podían ser utilizadas para confeccionar adornos. Collares, pulseras, diademas, brazaletes o engarzadas en la ropa, podían constituir un complemento en sus vestidos o calzados. Aquí, más allá de las evidencias arqueológicas, que las hay, podemos dar rienda suelta a la imaginación para pensar en un montón de formas posibles y diferentes que podrían tener en la prehistoria para ponerse guapos.
Fuente:http://www.soundcenter.it
Me gustaría destacar aquí, un artículo que leí recientemente y que habla de este tema relacionado con la Arqueología Cognitiva. “Los colgantes prehistóricos y el poder de los símbolos”[1]
Nosotros dedicamos mucho tiempo a prepararnos diariamente para ser vistos por los demás. Y a partir de aquí enviamos mensajes a nuestros semejantes con intenciones diversas (atraer, gustar, como símbolo de identidad o de rechazo). De la misma manera podemos pensar que el simbolismo es mucho más antiguo de lo que pensamos. Algunos hallazgos demuestran que más allá del alimento, estas conchas pudieron tener otras particularidades y significados simbólicos para nuestros antepasados, rituales funerarios o capacidades mágicas, amuletos o simplemente adornos. La importancia social de estos adornos hoy y en la prehistoria es innegable, para entender a los grupos sociales. Y aunque hoy no podemos entender el significado de este simbolismo, como nos sucede en el Arte Rupestre, sí podemos hacernos una idea de la importancia que tendrían dentro de un mismo grupo humano o con clanes y tribus vecinas.
Otros usos de las conchas en la prehistoria
Otros usos que se les atribuyen a los restos de moluscos y conchas en la prehistoria están relacionados con instrumentos musicales, como los sonajeros de conchas engarzadas.
También encontramos conchas como soporte de pigmentos para el Arte Rupestre, para curtir pieles, por su capacidad de raspar o incluso como punzones para las pieles, por sus capacidades para cortar y filos puntiagudos si se rompen.
En otros casos se ha podido comprobar que algunas conchas eran especialmente preparadas para ser engarzadas en instrumentos de caza[2].
Las lámparas para iluminación también podrían haber sido otro e sus usos puntuales. En un momento de necesidad, las cochas de mayor tamaño, podrían haber servido como soporte para elaborar lámparas improvisadas, llenándolas con grasas animales o resinas y mezclado con fibras vegetales.
Y por supuesto, y aunque formando parte de nuestra imaginación, podemos ver a nuestros antepasados sorbiendo una rica sopa de pescado con la concha de un mejillón, igual que lo hacemos nosotros con el caldito que queda al preparar unos buenos mejillones al vapor con sus especias…
©Viajes a la Prehistoria