La cueva de Parpalló también fue un lugar de enterramiento.
Parpalló es una cueva santuario cuya mayor riqueza e importancia recae precisamente en las más de 6000 plaquetas grabadas que se encontraron en el interior de la misma y por el caballo paleolítico grabado en una de sus paredes y por el cual pasó a convertirse en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Vista de la cueva desde el sendero
Pero la cueva de Parpalló tiene más secretos. Y entre ellos, secretos de la vida y la muerte y los ritos funerarios, puesto que además de pensarse en Parpalló como una cueva de encuentro y de tránsito en algunas épocas, además sirvió como enterramiento al menos a dos individuos.
La primera de ellas, porque se trata de dos mujeres, se trataba de una mujer joven, de la cual se encontró la mandíbula y varios molares. Este hallazgo, nos remonta al famoso Vilanova y Piera en el año 1872, cuando se producen las primeras investigaciones en la cueva.
Fuente imagen: wikipedia
Posteriormente y en investigaciones más recientes, se halló un segundo individuo, también mujer joven de unos 15 a 17 años de edad, con el cráneo, un fragmento de húmero y dos tibias. En este caso, se piensa que se preparo algo similar a una tumba pues se hallaba rodeado de piedras.
Ambos hallazgos nos indican dos momentos diferentes en el tiempo durante el solutrense en la cueva de Parpalló y aunque fue un lugar de hábitat estacional, sobre todo en las épocas de más frío, los rituales funerarios seguramente que sucedieron en estas comunidades de cazadores, dieron opción a enterramientos o depósito de huesos en el interior de la misma.
Recordemos que se trata de una cueva con una situación privilegiada sobre el terreno para el control del territorio y dominio del mismo.
Acuarela sobre papel: autor: Giuseppe Berardi,
Esta acuarela forma parte de una colección encargada al autor, por el Ayuntamiento de Gandia, para la puesta en valor de la Cova de Parpalló 2014.
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