Mucho tiempo ha pasado desde que escuchara por primera vez hablar de este monte, muchos los testimonios, leyendas, historias y misterios los que envuelven al Monte Arabí, testigo desde la prehistoria, del paso del tiempo.
El Monte Arabí se presenta ante nosotros majestuoso y silencioso
Cantos de la Visera desde un abrigo exterior
Difícil sin duda afrontar este artículo sin repetir, lo que muchos otros han dicho antes, sin reiterar lo que muchos saben y callan y lo que otros no han visto pero lo gritan a los cuatro vientos.
¿Cuánto de verdad y cuanto de leyenda?
No seré yo quien desmienta al Monte Arabí, pues en cierta manera, a mí también me atrapó, pero si recalcaré que se trata de un lugar donde las evidencias arqueológicas hablan de un pasado lejano, los testimonios se repiten en un pasado no tan lejano y el silencio se rompe cuando en el interior de sus covachas el viento sopla y algo se te encoge en tu interior cuando sabes que estás solo y en cambio sientes que allí hay alguien más… Cuando asciendes hasta la cueva horadada y te sientes un ser minúsculo en el interior de esta hermosa y gran oquedad, con sus características formas naturales donde el cielo cargado de estrellas te cubre a través de una gran cúpula que mira al firmamento…
En el interior de la Cueva Horadada
En el interior de la Cueva Horadada
[beautifulquote align=»right» cite=»»]Cuando te abres paso entre los caminos y sientes que atraviesas zonas invisibles pero que te inquietan.[/beautifulquote]
Cuando sin saber cómo ni porqué el móvil, que lleva tres horas sin cobertura, suena en los alto de una zona rocosa, y te hace parar y sentarte justo en la zona rocosa en la que afirman haberse visto luces y objetos que alzaban el vuelo en altas horas de la madrugada.
Monte Arabí, un lugar donde las gentes de Yecla han luchado y defendido por su respeto, como símbolo de una identidad compartida, quizás desde la prehistoria.
[beautifulquote align=»full» cite=»»]Un lugar que mira de reojo al cerro de los santos, donde más de 400 estatuas fueron enterradas mirándole de frente, casi como en un desafío[/beautifulquote].
Mirando el Monte Arabí desde el Cerro de los Santos
Más de 7 horas pasamos allí, pero el tiempo se nos antojo muy corto, el lugar, que de lejos parece un pequeño monte sin más, al aproximarte a él, te envuelve, te acoge y te atrapa. Recuerdo que bajamos al coche, a la entrada del monte, pero no podíamos irnos, y, tras comer algo, volvimos a adentrarnos en aquellos parajes milenarios, en busca del arte rupestre más antiguo, mientras, el silencio nos guiaba.
Y allí, en lo alto de aquella pared rocosa, la vimos: La cueva del Mediodía, con su arte rupestre esquemático todavía perceptible a través de la verja que la protege y viva tras el paso del tiempo.
Y allí, fue, en lo alto de aquella cueva, mientras el sonido se rompía con el revolotear de las grajas que allí anidan y rompen el viento cuando comprendí la energía que reinaba en el Monte Arabí.
Cueva del Mediodía
En lo alto de la cueva del mediodía observando el arte rupestre
Al día siguiente, los dos tuvimos la misma sensación, la sensación al despertar y durante todo el día, parecía que el tiempo allí dentro se había estirado, dilatado, parecía que habíamos pasado días enteros allí, el tiempo era plástico, elástico, eterno quizás.
Arte Rupestre Cueva del Mediodía
Arte Rupestre Cueva del Mediodía
Petroglifos, arte rupestre, poblados íberos, leyendas y testimonios de avistamientos ovnis; todo esto y más en el Monte Arabí y todo esto no lo digo yo, está allí y forma parte de él igual que ahora también forma parte de nosotros que lo hemos recorrido, sentido y experimentado.
Arte Rupestre en Cantos de la Visera
Arte Rupestre en Cantos de la Visera
Hay lugares, que sobrepasan el entendimiento y las explicaciones, lugares que te recargan, que te transmiten, donde sus energías te transforman y donde las piedras hablan, así es el Monte Arabí.
MONTE ARABÍ
Y de repente sentí que dominaba todo,
el horizonte, los cielos y la tierra…
y sentí el poder en mis brazos junto al vuelo de las grajas…
Y me convertí en una de ellas y volé,
y volé tan alto como nunca había volado
y me sentí una con el Monte Arabí,
con la tierra, con el horizonte, con el todo.
Y allí, en lo alto de la cueva del mediodía, comprendí,
y me reuní con mis ancestros
Entonces por fin, viajé de nuevo a la prehistoria
A las 19:50h de un 13 de Septiembre de 2018 en la cueva del Mediodía del Monte Arabí (Yecla)
Lorena b.C.
© Viajes a la Prehistoria