El Lobo, espíritu y señal

El Lobo, espíritu y señal

«El lobo ha acompañado al hombre desde tiempos prehistóricos hasta la actualidad»

El día era perfecto. Un sol radiante tras haber atravesado algunos bancos de niebla a primera hora de la mañana, iluminaba aquel paisaje único en una de las zonas más bellas de Cantabria.

El día desde luego prometía tranquilidad, relajación y momentos de conexión con toda la naturaleza salvaje que nos rodeaba. Apenas había coches en la carretera y los pocos turistas que había en los alrededores, descansaban plácidamente en sus furgonetas sin prestarnos demasiada atención.

Las ramas estaban listas para convertirse en flechas prehistóricas y aquel paraje, como digo único e impresionante, se convirtió en un taller de prehistoria improvisado para preparar, nuestros útiles.

El sonido del arroyo y el canto de los pájaros, junto al relinchar de algunos caballos era el escenario perfecto de cualquier mente que busca desconectar de lo cotidiano para reunirse con lo eterno, con lo que siempre estuvo ahí, con la naturaleza pura y salvaje, silenciosa y solitaria.

[spacer height=»30px»]

Las vistas, como digo, en una ruta improvisada, escondían un bello claro en un bosque caducifolio para recrearse y disfrutar de las cumbres nevadas e imponentes, frente a nuestro insignificante tamaño. Y es que estos lugares, son los que te hacen sentir pequeño y te inducen en un estado de contemplación y asombro que te dura todo el día.

Quizás, es este estado, en el que la mente se relaja cuando los sentidos se abren, y todo lo que te rodea empieza a ser percibido de una manera más intensa y especial. Los únicos estímulos provienen de la pureza natural de todo cuanto te rodea y entonces, ves cosas que de otro modo, ni percibirías. Y entonces algo, dentro de ti, te impulsa a pedir un deseo o una señal. Pides que algo te muestre el camino, quizás porque ha llegado un momento en tu vida, en el que te encuentras atascado o necesitas respuestas.

TE PUEDE INTERESAR TAMBIÉN:  Bisontes de Cabárceno, mi experiencia como dibujante.

[spacer height=»30px»]

Algunos hablan de conexión espiritual, otros de trance, yo simplemente le vi.

Acostumbrada a buscar oquedades y entradas de cuevas, mis ojos se cruzaron con los suyos durante algunos segundos.

Su figura, apoyado sobre las cuatro patas y con la cabeza ligeramente girada hacia la derecha, se encontraba firme ante la entrada de aquella oquedad. La distancia que nos separaba, no fue suficiente, para que mis sentidos, como digo, muy abiertos por las experiencias anteriores en total conexión con la naturaleza circundante, le percibieran.

Aquel lobo, me miró. Y yo le miré. Y en el intercambio visual, entendí que guardaba aquella cueva con especial interés. Quizás algunos cachorros estaban en su interior. Y también entendí que aquel lobo no nos iba  a hacer daño. Que simplemente guardaba su hogar, como nosotros guardamos nuestra casa.

Nunca había visto un lobo libre y en estado salvaje. Aquel encuentro fortuito con uno de los seres más bellos y respetados desde la prehistoria por infinidad de culturas, se presentaba ante mí, con la fuerza arquetípica y el halo especial que le rodea.

Su imagen, su espíritu y su presencia, como digo, me acompañarían el resto del día y en días posteriores.

Sobre todo, porque este mismo día, al entrar a un santuario muy importante, al que había entrado en otras muchas ocasiones y realizar la misma petición, tuve la oportunidad, por primera vez en mi vida, de tocar y besar una de las reliquias más importantes de la cristiandad: “El Lignum Crucis”. Nunca en mis anteriores visitas, había tenido esta oportunidad. La señal era inmediata. El que tenga oídos, que oiga. Aquel mensaje iba para mí. Lo sé.

TE PUEDE INTERESAR TAMBIÉN:  Fauna prehistórica

Luego vino la visión del Lobo…

Desde luego, las señales se fueron uniendo para dar una única respuesta, que por supuesto solo yo entendí, puesto que yo las había solicitado…

Por eso, no me canso de repetir, que ante la tristeza, la depresión, la angustia o el malestar, el abatimiento o el hastío, el estrés o la soledad, salgamos a la naturaleza. Sin esperar nada, solo con la única intención de conectar con todo lo que nos rodea. Quizás en el lugar menos esperado, encontremos la respuesta.

Totem Lobo

Cuentan las leyendas, que el Lobo es considerado como Totem o animal de poder, en muchas culturas y mitos ancestrales. Desde la prehistoria hasta la actualidad, el lobo ha acompañado al hombre. Su arquetipo se identifica como un tótem guía y maestro.

Algunas cuevas con arte rupestre, ya le representaban, como Font de Gaume, cueva de Francia, de la que extraemos la siguiente imagen de un dibujo del Abate Breuil, puesto que la pintura original apenas es perceptible en la actualidad:

lobo

Fuente imagen: http://prehistoart.canalblog.com/archives/2009/08/28/14877775.html

[spacer height=»30px»]

En otras culturas posteriores como Roma, una loba crío y amamantó a Rómulo y Remo, fundadores de la ciudad.

TE PUEDE INTERESAR TAMBIÉN:  El leopardo prehistórico de Fontanars dels Alforins (Valencia)

En la cultura Vikinga, Celta o Escandinava, la figura del lobo también es importante.

Para los Indios Americanos el lobo ha sido considerado siempre como maestro y guía de caminos en la vida. Sus costumbres de fuertes lazos familiares y fidelidad, además de su astucia para sobrevivir o su inteligencia, han sido valores importantes para estos grupos humanos.

En las estrellas, el lobo está representado por Sirio, lugar del cual, para muchas culturas aborígenes actuales y civilizaciones pasadas, vinieron los primeros dioses. Por ello al lobo se le considera también un maestro y guía, como a estos primeros dioses.

Fuente imagen: es.aliexpress.com

[spacer height=»30px»]

Por ello, a pesar de estar demonizados en la actualidad por culpa del cine, los cuentos y otros temas actuales, el lobo es en realidad un animal sociable, juguetón y muy familiar. Así es que quizás, deberíamos de comenzar a rechazar tanto estereotipo y mito falso sobre los lobos, y comenzar a verlo como lo que es, un animal bello, digno y respetable.

Hay experiencias que no se olvidan, ver un lobo en la inmensidad de la naturaleza y en estado de libertad, es una de ellas. Y yo no la olvidaré.

© Viajes a la Prehistoria

[spacer height=»30px»]

lobo

0 Comments