Las Tumbas Antropomorfas son uno de los restos arqueológicos más enigmáticos desde la prehistoria, y es que a ciencia cierta todavía no sabemos si la mayoría de ellas llegaron a ser tumbas o estaban destinadas a otros fines.
La Arqueología volvía a sorprendernos en una caminata por la ensanada de las Dunas de Bolonia, en Tarifa.Nuestros ojos, acostumbrados ya a localizar evidencias de tiempos pasados, se detuvieron frente a unas rocas con formas peculiares. Al ascender por las rugosas rocas, comprobamos con asombro, que aquellas estructuras excavadas en el suelo y orientadas al sur o al monte de enfrente no podían ser producto de la casualidad.Tras observar detenidamente e incluso medir su tamaño, comprobamos que tenían que tratarse de los restos de tumbas antropomorfas, muy comunes por otra parte en esta zona del Sur de España.
En concreto se distinguían cuatro espacios excavados, pero les faltaba la parte delantera, que se había perdido, bien por agentes externos, bien por la mano del hombre. Algunos estaban cubiertos ya por matorrales, pero estaba claro que nos encontrábamos sobre una especie de pequeña necrópolis o lugar de enterramiento rupestre. No sabíamos la época pero estaba claro tratándose de un lugar tan próximo a la ciudad romana de Baelo Claudia, la cual se divisa desde este lugar igual que también se divisa África, tenían que haber sido descubiertas y seguramente catalogadas por el IAPH.
Efectivamente, su localización exacto es el Anclón y no solo existen estas tumbas, sino que si seguimos el recorrido hacia el Cabo Camarinal, encontraremos junto a estas, un total de trece tumbas, destacando su ubicación exacta a orillas del océano atlántico con unas vistas y orientación prominentes y no exentas de significado.
Los especialistas no se han puesto de acuerdo, pues tan poco se han hecho excavaciones en la zona. Algunos hablan de tumbas romanas, otros incluso medievales. Yo, visto lo visto por estos territorios y con la proximidad de la necrópolis de los Algarbes, justo en los alrededores del monte de enfrente y que pertenece a la edad del cobre, apostaría por la misma época. Un calcolítico tardío o bronce. La visualización entre ambos montes es notable, del mismo modo que las pinturas rupestres que se localizan en el monte de enfrente conocido como San Bartolo y las extensas poblaciones que debían de existir en estos territorios en esas épocas y que se extenderían por toda la zona circundante, pudiendo haber elegido este lugar como destacado para sus ritos funerarios y enterramientos u otros fines.
Pero de momento, no he encontrado documentos que apoyen la teoría de tumbas antropomorfas calcolíticas, tan solo la visita de Breuil junto a Verner a la cueva de la Pileta en 1911 y la de Eduardo Hernandez-Pacheco y Juan Cabré en 1915, cuando visitaron el Tajo de las Figuras y otros yacimientos de la región, y las referencias de Burkit, Topper o Sassoon, pero sin estudios claros y concluyentes.
Para Breuil, que tuvo ocasión de visitar otros lugares de la provincia de Cádiz, existía frecuentemente relación entre las cuevas pintadas y las tumbas antropomorfas, coexistiendo muy cerca unas de otras.
Para Cabré y Hernandez- Pacheco por su parte: “en ciertos sitios existen numeroso sepulcros labrados en roca (…) en relación muy probable con algunas pinturas que, posteriores al paleolítico, ornan determinadas cuevas”
Burkit también incluyó en su libro prehistory, un capítulo dedicado a las tumbas antropomorfas.
Los Topper, en 1988 también sugieren que las tumbas antropomorfas se encuentran próximas del arte rupestre.
Sassoon en 1993 también resaltó la proximidad del arte rupestre y las tumbas antropomorfas.
También Moreno en 1993 aceptaría algunas tumbas antropomorfas como neolíticas[1].
Desde luego el tema de las tumbas antropomorfas parece ser un desafío de la arqueología con respecto a su datación, puesto que no existe registro arqueológico muchas veces.
Pero ¿Qué son tumbas antropomorfas y cómo se caracterizan en la provincia de Cádiz?
Son aquellas tumbas excavadas en la roca que presentan la planta de la misma con forma humana, como delimitando el espacio donde ha de ir depositado el cuerpo, de manera que la cabeza quede quieta mirando hacia el frente y el cuerpo en posición de decúbito supino. En ocasiones caemos en el error de denominar tumba antropomorfa a todas las tumbas excavadas en la roca y no es así, puesto que estas tienen la forma anatómica intencional.
En la imagen se aprecian dos de las tumbas antropomorfas.
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Cádiz tiene el mayor número de tumbas excavadas en roca, y concretamente, las del Ancón en la playa de Bolonia, si estarían documentadas como antropomorfas, y tan solo una conserva la cabecera. Dicen algunos autores que podrían tratarse de época hispanovisigoda.
Sea como sea, el tema de las tumbas antropomorfas excavadas en la roca, comprende ya de por sí, una intencionalidad y un sentido de simbolismo y ritualística funeraria muy extendido ya desde el neolítico, aunque presente también en el paleolítico. Y aunque no podemos saber la finalidad exacta que tenía excavar estas tumbas y poner el cadáver en lugares altos, donde las aves carroñeras pudieran devorarlo o donde el cielo estuviera más próximo, sin duda, encontrarlas en un paseo por un lugar tan hermoso como la playa de Bolonia (Tarifa), no deja indiferente a nadie. Sobre todo, cuando no te lo esperas.
Otro lugar muy próximo a Tarifa y que también tiene infinidad de tumbas antropomorfas es el mismo monte San Bartolome e incluso el pueblo de Facinas.
© Viajes a la Prehistoria
[1] Dialnet-LasTumbasAntropomorfasDeCadizFormaFechaYFinalidad-4792005.pdf
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